Las entidades bancarias, según la normativa española, deben abstenerse de enviar al domicilio una tarjeta no solicitada, pero lo siguen haciendo.
¿Alguna vez has abierto el buzón de tu casa y has encontrado una tarjeta que no habías pedido? Esta es una situación que no debería darse en ninguna circustancia, sin embargo, las entidades las envían en distintas ocasiones y pueden generar dudas en los consumidores.
En primer lugar, ¿se trata de una tarjeta de crédito o de débito? Llamas a tu entidad para informarte y te responden que “es una tarjeta gratuita que ofrece un muchas de ventajas y que va a ser muy beneficiosa”.
Desde ese momento debes de tener en cuenta que cuando recibes este tipo de plásticos sin haberlos solicitado no tienes obligación de aceptarlos. Por lo que no supondrá ningún problema mientras no firmes el contrato. Además, de todo el proceso de envío y seguridad de los datos es responsable el banco.
Una vez que hayas decidido no utilizarla tienes dos opciones: La primera ir a la oficina o sucursal de la entidad y renunciar; o puedes llamar al servicio de atención al cliente.
Desde ASUFIN te recomendamos que siempre es mejor dejar un rastro de la comunicación, por lo que a parte de las dos medidas anteriores es recomendable mandar un correo electrónico adicional para dejar constancia. Además, y para evitar problemas de custodia, lo adecuado es que destruyas la tarjeta.
Si por el contrario decides usar la tarjeta, antes de firmar el contrato revisa las condiciones. También será beneficioso solicitar información extra a la entidad sobre que tipo de tarjeta es, que tipo de interés tiene relacionado, las comisiones asociadas…
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