Desde ASUFIN te explicamos qué es un préstamo rápido y en qué te debes fijar antes firmar el contrato
Debido a la subida de precios y la inflación que estamos viviendo desde los últimos meses muchas familias se están viendo obligadas a pedir un préstamo rápido o microcrédito a entidades bancarias e incluso a prestamistas no bancarios para poder hacer frente a gastos imprevistos o a facturas.
¿Qué son los préstamos rápidos?
Es una operación financiera en la que un prestamista que puede ser un banco o un establecimiento Financieros de Crédito presta una cantidad de dinero no muy alta, sin exigir ninguna garantía y con un plazo de devolución muy corto al prestatario, y una vez el plazo haya vencido este deberá de devolver el dinero prestado más los intereses.
Y es por esa rapidez y facilidad por la que debemos tener un especial cuidado a la hora de pedir uno, ya que, generalmente las condiciones para los consumidores no son muy favorables. Aplican unos intereses muy altos y además, existe la posibilidad de acabar sobreendeudado porque al ofrecer cantidades de dinero no superiores a 3.000€ da la falsa impresión de que podrás asumir su devolución.
Por ello, desde ASUFIN te recomendamos leer siempre el contrato y asegurarte de que vas a poder asumir los intereses pactados y la devolución del dinero en el plazo establecido. Además, te recordamos que todas las entidades de crédito están obligadas a darte cierta información incluso si no son entidades bancarias como toda la información sobre el préstamo rápido y sus condiciones, TAE, plazo de devolución, gastos, comisiones entre otros.
Si traes haber leído y analizado toda la información decides seguir adelante recuerda que puede ejercer su derecho al desistimiento en los 14 días naturales siguientes a la contratación sin tener que informar del motivo ni poder ser penalizado.
Si ya contrataste uno y te están aplicando intereses muy elevados puedes iniciar tu reclamación con nosotros de forma fácil y rápida aquí, los tribunales están declarando la nulidad del contrato por usura y condenado a las entidades de crédito a devolver todas las cantidades cobradas en concepto de intereses.