Los activos digitales, incluidas las criptomonedas, han crecido notablemente en los últimos años, lo que genera la necesidad de crear una regulación para la protección del consumidor, la estabilidad financiera y los activos digitales. Y es por ello, que el presidente estadounidense, John Biden, firmó una Orden Ejecutiva que describe el enfoque del gobierno para abordar los riesgos y aprovechar los beneficios de estos activos.
Orden establece una política nacional para los activos digitales en seis prioridades clave:
1. Protección de consumidores e inversores
Ordena al Departamento del Tesoro a que evalúe y desarrolle recomendaciones de políticas para abordar las implicaciones del sector de activos digitales y los cambios en los mercados financieros. Además, garantiza una supervisión suficiente contra los riesgos financieros.
2. Estabilidad financiera
Ordena identificar y mitigar los riesgos financieros en toda la economía estadounidense que plantean los activos digitales y desarrollar recomendaciones de políticas adecuadas para abordar cualquier brecha regulatoria.
3. Financiación ilícita
Creando una acción coordinada entre todas las agencias del gobierno que garanticen que los marcos, las capacidades y las asociaciones internacionales estén alineados y respondan a los riesgos.
4. Liderazgo de EE. UU.
El Departamento de Comercio deberá establecer un marco legal que impulse la competitividad y el liderazgo de los Estados Unidos.
5. Inclusión financiera
Creando servicios financieros seguros, asequibles y accesibles. El Secretario del Tesoro producirá un informe sobre el futuro del dinero y los sistemas de pago, que incluirá implicaciones para el crecimiento económico, el crecimiento financiero y la inclusión.
6. Innovación responsable
Tomando medidas concretas para estudiar y respaldar los avances tecnológicos en el desarrollo, el diseño y la implementación responsables de los sistemas de activos digitales. Mientras que, se prioriza la privacidad, la seguridad, la lucha contra la explotación ilícita, y reducir los impactos climáticos negativos.