Patricia Suárez declara que es una “magnífica noticia para los consumidores, dado que estas prácticas implican desinformación y confusión”
La red de autoridades de protección de los consumidores de la UE ha anunciado hoy que muchas compañías aéreas que operan en la UE han engañado a los consumidores sobre la sostenibilidad de sus actividades. Y en consecuencia, piden a las compañías que cumplan las normas. Este anuncio llega como consecuencia de la denuncia que la Organización Europea de Consumidores (BEUC) lanzó en junio de 2023 junto con organizaciones miembros de 19 países, incluida ASUFIN.
Celebramos que la Red Europea de Cooperación para la Protección de los Consumidores (CPC) haya atendido el llamamiento para considerar esta cuestión crítica. Las autoridades se han unido para investigar las prácticas de 20 aerolíneas, es decir, tres más que las 17 inicialmente pedidas en nuestra denuncia.
Patricia Suárez, presidenta de ASUFIN, declara: “Magnífica noticia para los consumidores europeos. El greenwashing es un concepto que implica desinformación y confusión para el consumidor y, por ende, falta de transparencia. Es lo contrario a una práctica comercial responsable y que no atenta contra los derechos de los consumidores”.
Monique Goyens, directora general de BEUC, declara: “Es una gran noticia que las autoridades de toda Europa reconozcan que los consumidores han sido engañados las compañías aéreas. Es inaceptable que las compañías aéreas hayan engañado gratuitamente a los consumidores para compensar las emisiones de sus vuelos, a veces a un precio elevado”.
Los miembros de BEUC identificaron numerosos ejemplos de prácticas engañosas dirigidas a los consumidores:
– Las afirmaciones de que pagar créditos extra puede “compensar” o “neutralizar” las emisiones de CO2 de un vuelo son objetivamente incorrectas, ya que los beneficios climáticos de las actividades de compensación son dudosos, mientras que el daño causado por las emisiones de CO2 de los viajes aéreos es objetivo.
– Las aerolíneas están engañando a los consumidores cuando les cobran más para contribuir al desarrollo de “combustibles de aviación sostenibles” (SAF, por sus siglas en inglés): Estos combustibles no están listos para salir al mercado y la legislación de la UE recientemente adoptada establece objetivos muy bajos en cuanto al porcentaje que deben representar en la mezcla de combustibles de los aviones. Esto significa que hasta que los SAF no estén disponibles de forma masiva -más allá de finales de la década de 2030- sólo representarán, en el mejor de los casos, una pequeña parte de los depósitos de queroseno de los aviones.
– Dar a entender que el transporte aéreo puede ser “sostenible”, “responsable” y “ecológico” es engañoso. Ninguna de las estrategias desplegadas por el sector de la aviación es capaz actualmente de evitar las emisiones de gases de efecto invernadero. Es importante poner fin a estas afirmaciones, ya que con el aumento previsto del tráfico aéreo, las emisiones seguirán aumentando en los próximos años.