Pagar 40€ por enviar 100€: las comisiones de las transferencias internacionales castigan al consumidor

El coste de las transferencias fuera de la eurozona resulta prohibitivo para el usuario y las pymes, que no tienen capacidad de negociar estas comisiones

Pueden parecer comisiones testimoniales… pero no tanto. Pensemos en las pymes que se internacionalizan o los estudiantes que se van a EEUU o Australia y dependen del dinero transferido por sus padres. Las comisiones de este tipo de operaciones son prohibitivas y llegan a alcanzar el 30% del importe a transferir, cuando son cuantías reducidas. Hablamos de pagar 30€ de media como mínimo cuando se transfieren 100€, con cuantías que oscilan desde los 40€ que imputa Banco Santander, hasta los 20€ de Bankinter. 

Se trata de transferencias realizadas fuera de la zona única de pagos o SEPA, ya que todas las transferencias a estos países se consideran como transferencias nacionales siguiendo su misma estructura de costes.

¿Dónde está el problema? El sistema de pagos español de los grandes bancos aplica mínimos muy elevados, que castigan en coste especialmente a las transferencias de pequeño importe, como se refleja la tabla. Además, en ocasiones, se añade algún coste añadido como la consulta del código SWIFT del banco.

Las grandes empresas suelen aminorar estos costes por acuerdos con las entidades financieras con las que operan o el uso de bancos corresponsales, pero no así las pequeñas empresas o consumidores que asumen la totalidad de unas comisiones tan elevadas.

Tipo de cambio

Un problema adicional es la determinación de otros costes, a menudo ocultos. ¿Cómo detectar las tarifas ocultas?

  1. Tipo de cambio: Sólo hay un tipo de cambio justo, el del mercado. Algunas entidades y sobre todo otros proveedores a menudo establecen sus propios tipos de cambio muy elevados con un margen adicional.
  2. Transferencias gratuitas: muchos proveedores ofrecen transferencias «gratuitas» o con «0% de comisión». La verdad es que las transferencias de dinero internacionales “gratuitas” no existen. Porque cada vez que envías dinero, pagas algo. En muchos casos, se pierde dinero con ese tipo de cambio inflado, incluso si no se anuncian tarifas por adelantado.
  3. Coste total: el coste real de una transferencia se compone de dos cosas: las tarifas y el tipo de cambio. Así que asegúrese de tener claro ambos, para evitar sustos.
Cuéntanos en comentarios si te ha pasado algo similar con las transferencias para que nos ayude e hacer presión a tu favor para mejorar las condiciones.
coste transferencias

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