Bombas de calor: sostenibilidad, eficiencia y ahorro

Entre las diferentes alternativas para climatizar nuestro hogar, la bomba de calor es actualmente la opción más sostenible y eficiente.

Actualmente la mayoría de los edificios del territorio español son energéticamente ineficientes. Gran parte de culpa la tienen los sistemas de calefacción obsoletos que hay en muchas de las casas españolas, las cuales usan combustibles fósiles.

El lado positivo de tal ineficiencia energética es el potencial de descarbonización y las posibilidades de mejora. Estamos en un momento en el que debemos decidir a dónde dirigirnos y qué sistemas van a ser usados para cambiar nuestros hábitos de consumo a unos más sostenibles.

Ante esta situación, las bombas de calor han surgido como alternativa a los sistemas tradicionales y como parte del futuro sostenible cuando hablamos de cómo climatizar nuestras casas.

¿Qué es una bomba de calor? 

Una bomba de calor es una máquina térmica que es capaz de transferir energía calorífica de las zonas frías a las zonas calientes. A través de ella podemos conseguir calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria.

De esta forma, es capaz de asegurarnos una temperatura adecuada tanto en verano como en invierno. En invierno es capaz de captar el calor del exterior y transferirlo al interior de nuestro hogar. En verano, hace el efecto contrario, captando el calor del interior de nuestra casa y transfiriendo al exterior.

Su funcionamiento, aunque pueda parecer fantasioso, está basado en la termodinámica y en verano realizaría algo similar a nuestros frigoríficos, los cuales también captan calor exterior para enfriar su interior.

Tipos de bombas de calor

Existen diferentes tipos de bomba de calor si nos referimos al medio que utiliza para intercambiar calor entre unos espacios u otros. El medio puede ser el aire ambiente, el subsuelo o el agua.

En la climatización, el sistema más usado es el que capta el calor a través del aire, transfiriéndolo a otro espacio.

¿Por qué la bomba de calor es el sistema más adecuado?

La instalación de una bomba de calor disminuye en gran medida el uso de energía, ya que sólo el 25% de la energía que consume es eléctrica y el resto la consigue a través de la que extrae del ambiente (agua, aire o suelo).

En cierto modo, dicho de forma sencilla, no “crea” energía, si no que aprovecha la que hay en el medio para climatizar los espacios. Por ello, la bomba de calor es uno de los sistemas de calefacción menos contaminantes y con un mayor porcentaje de eficiencia, lo que lleva además a un gran ahorro energético y, consecuentemente, en nuestras facturas.

Como principal inconveniente está el alto precio de su instalación, ya que, pese a que nos permitirá amortizar la inversión a medio plazo, muchos de nosotros no podremos hacer frente a tal inversión.

Sobre este tema hemos hablado en nuestro congreso del pasado 25 de noviembre, en el que hemos discutido con expertos la financiación de la transición energética debido a la importancia de hacerla más accesible para la población.

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