Nueva sentencia lograda por la asociación a favor de un socio suyo. La abogada Patricia Gabeiras continúa venciendo a los bancos por la venta de permutas financieras. En este caso, Bankinter ha sido condenado a anular el contrato y a devolver lo cobrado.
APYMIFID ha logrado que una pequeña empresa recupere los 28.212,18 euros que tuvo que pagar a Bankinter por las liquidaciones resultantes de dos Clips que había contratado en febrero de 2007. Además, la entidad bancaria deberá proceder a la anulación de ambos contratos.
Según recoge la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 98 de Madrid, los empleados de Bankinter reconocieron que no entregaron al cliente ningún folleto informativo, sino sólo el contrato con las condiciones particulares. Tampoco mostró la entidad financiera las curvas gráficas de Bloomberg ni los otros instrumentos de los que disponía Bankinter cuando vendió el producto.
Estos mismos empleados confirmaron que sólo mostraron a la PYME las ventajas de las liquidaciones positivas que se daban en un escenario alcista de los tipos de interés. El juez considera que si Bankinter hubiese mostrado los efectos de la aplicación de los tipos en función de las diferentes variaciones del Euribor, jamás habría contratado los clips hipotecarios.
La sentencia afirma que ha quedado más que probado que Bankinter vulneró el deber de información que correspondía a la empresa. Esto provocó un error en la actora a la hora de prestar su consentimiento en el contrato. Además, el banco conocía perfectamente las circunstancias singulares del contrato que son determinantes en la prestación del consentimiento. Por ello, el juez considera que el contrato es inválido y Bankinter debe devolver los más de 28.000 euros a la PYME.
Dirección letrada: Patricia Gabeiras Vázquez
Banco: Bankinter, S.A.
Producto: Clip
Perfil: PYME
PDF: S_130215_BANKINTER_JPI98_MADRID_APYMIFID_PYME_SIN.pdf
Un comentario
Sigue Patricia que lo estáis haciendo genial. Lástima que no tenga un abogado de vuestra talla para otros temas sangrantes en mi vida. Dónde de perseguir al delincuente soy perseguida por mis propios defensores que resultaron ser más delincuentes que mi propio sobrino que crié como hijo y confiaba en él.Pero estoy pagando un alto precio con ello, incluida la vida. Así que al menos disfrutaré mientras pueda respirar los éxitos de los ciudadanos y amigos. Os conozco y sois geniales como profesionales y como personas,que solo como tal quedamos los de «a pie».