Lucha de Gigantes: Rosa Crespo vs Bankinter

» Rosa Crespo se enfrentó a una ejecución hipotecaria frente a Bankinter cuando no pudo asumir las desproporcionadas cuotas de la hipoteca multidivisa
» Animada por las sentencias que se publicaban en ASUFIN y con la ayuda de su abogado, Joaquín de la Riva, se sobreseyó la ejecución y consiguió mantener su vivienda

Entidad: Bankinter
Producto: Hipoteca multidivisa
Fecha adquisición de producto: 28/06/2007
Duración del procedimiento judicial: 2 años
Auto 1 INST: 25.03.2015 – JPIE 2 Avilés
Auto AP: 12.11.15 – AP 4 Oviedo

Rosa Crespo. Lucha de Gigantes. Hipoteca Multidivisa. Bankinter.
Rosa Crespo

En 2007, Rosa Crespo comenzó a recorrer diferentes entidades bancarias con la intención de conseguir una hipoteca para comprar su vivienda habitual. Tras informarse de las distintas opciones, acabó eligiendo Bankinter. La comercial afirmaba que era la mejor opción que tenía en función de su perfil y capacidad adquisitiva: una Hipoteca Multidivisa que le permitiría pagar menos cuota y menos intereses.

Rosa afirma que en las escasas reuniones informativas solamente se les hizo saber de las características positivas del producto: «Que la podríamos amortizar en menos años, que en las cuotas pagaríamos más capital que intereses y que estas a su vez serían más bajas que en una hipoteca en euros«.  Cuando Rosa preguntó por los contras, la comercial recalcó el hecho de que esta hipoteca prácticamente no se le ofrecía a nadie y que era un producto muy novedoso. Se comentó que en función del valor del yen japonés con respecto al euro la cuota podría variar pero «que dados los tiempos que corrían, este siempre estaría a favor del cliente«.
No había nada que preocuparse, ni siquiera de la subida o bajada de las monedas, el banco estaría allí para asesorarme

La única característica negativa relativamente resaltada,  quedó edulcorada por el hecho de que en el caso (supuestamente remoto) de depreciación del euro, siempre habría posibilidad de cambio al franco suizo o al euro. En palabras textuales y coloquiales de la comercial (experta en el producto) para que los inexpertos clientes pudiesen entenderlo , fue que «dicha subida solo podría acontecer si estallaba una guerra mundial«. No cabía duda, Rosa estaba adquiriendo un producto beneficioso y altamente recomendado por el banco, pagaría una cuota más pequeña y amortizaría la hipoteca en menos años. Sólo había ventajas y la única aparente desventaja era prácticamente imposible y además tenía una solución rápida y sencilla. No había nada que preocuparse, ni siquiera de la subida o bajada de las monedas, ya que el banco confirmó que siempre estaría informando al cliente mes a mes de la fluctuación de la moneda.

Rosa afirma que «durante los primeros meses todo fue bien, y con el banco ningún problema. A los dos años tuvimos el primer gran problema y ya todo cambió…«. Estuvieron pagando sus cuotas ‘religiosamente’, sin recibir información ni comunicación (ni positiva ni negativa)  alguna del banco. Un buen día recibieron una llamada del director de la sucursal de Bankinter donde habían adquirido el producto. Telefónicamente este les comunicó que tenían un descubierto de 1800 euros en la cuenta. Consternados e incrédulos, acudieron rápidamente para hablar presencialmente con el director y así comprender el cómo y el por qué de la adversa situación.  A partir de aquí comenzó su particular película de terror, digna de un guión de Hitchcock.

¿De qué os informó el director en su llamada?

Teníamos un descubierto de 1800 euros en la cuenta en la solo teníamos la hipoteca.

¿Que explicación os dio para ese descuento tan elevado que repentinamente teníais?

Que la cuota había subido y que con lo ingresábamos, ya no era suficiente.

¿Por qué no os avisaron en el momento que esto comenzó a suceder, en vez de esperar a que debiérais a una cantidad de dinero tan elevada?

Directamente comentó que él no entendía muy bien de qué iba el producto. Cuando pedimos hablar con la comercial que nos lo había colocado, afirmó que era imposible ya que había dejado de trabajar en la entidad.

¿Qué solución de ofreció el banco?

Nos ofreció aumentar la hipoteca por esa cantidad que debíamos para que no nos deshiciéramos de nuestro dinero. Para ello, tendríamos que hacer dos seguros por valor de uno 3.000 euros, a lo que nos negamos. Pagamos los 1.800 euros y exigimos la información necesaria sobre la cuota a pagar para que esto no volviese a acontecer. En un correo nos contestó que si ingresábamos 750 euros estaríamos cubiertos. A partir de este momento empezamos a ingresar 800 euros, es decir, 400 euros más de lo cantidad inicial.

¿Qué sucedió después? 

Hace dos años quisimos vender el piso por una determinada situación familiar. Habíamos solicitado en el 2007 una hipoteca de 140.000 euros, y cuando preguntamos cuanto debíamos en el momento de la venta, nos dijeron que debíamos aún 138.000 euros. Según nuestras cuentas, habíamos pagado ya 57.000 euros pero según el banco, después de 8 años, sólo habíamos amortizado 2.000 euros.

¿Cuál fue su explicación?

Que todo había dado un vuelco, y ahora las cuotas eran mucho más altas y que con lo que ingresábamos no lográbamos amortizar. Todo esto sin haber recibido ni un correo, llamada, o carta informativa durante los cambios y modificaciones. A pesar de su mala praxis, nos interpusieron una demanda de ejecución hipotecaria.

¿Cómo reaccionasteis frente a esta ejecución hipotecaria?

A partir de este momento nos ponemos en manos del abogado Joaquín de la Riva (Oviedo). Le comentamos el caso y él nos animó oponernos a la ejecución ya que todo le parecía muy raro y erróneo. Empezamos a solicitar papeles y de repente nadie sabía nada del producto que nos había sido colocado. Se negaron a darnos información y a partir de entonces comenzamos con las acciones legales.

¿Tenías fe en la justicia?

En todo momento la tuvimos, pero también se nos pasaba por la cabeza el perder y esos fueron momentos muy duros.

¿Cómo fue el proceso judicial?

Ganamos en primera instancia y el Banco recurrió el último día que les quedaba. Ellos en todo momento alegaban que nos habían mantenido informados. Este hecho era totalmente incierto, y por tanto no pudieron demostrarlo de manera alguna. Fuimos por tanto a una segunda instancia, y volvimos a ganar. Este auto es firme tras haber sido ratificado por la Audiencia Provincial.

¿Cuál fue el resultado del procedimiento judicial?

El Banco se vió obligado a recalcular las cuotas pagadas y determinar las cantidades debidas partiendo del préstamo en euros y del total de las cuotas ya abonadas igualmente en euros, con expresa imposición de las costas del procedimiento.

¿Mantienes alguna relación con esta entidad en la actualidad?

Con Bankinter no. No confío en ellos.

¿Crees que la desinformación fue deliberada?

La desinformación no es que sea deliberada, es que en mi caso nadie tenía información sobre este producto. Nos pasaban de unos despachos a otros y era como si este producto no existiese. Sin embargo cuando lo contratamos todo eran ventajas, la panacea de las hipotecas.

¿Recomendarías al resto de afectados recurrir a la vía judicial?

Toda persona que se vea ultrajada por cualquier entidad, debe acudir a la justicia sin duda alguna.

¿Qué consejo les darías si están dubitativos?

Si todos nos apoyamos, lograremos cosas. Yo desde mi vivencia estoy dispuesta a ayudar en todo lo necesario.

Por tanto, ¿Crees que esto es un trabajo en equipo o al menos es más fácil llegar al objetivo trabajando de forma colectiva?

Claro que trabajando de forma colectiva se llegará más lejos, no podemos dejarnos amedrentar cuando sabemos que tenemos razón. Y por eso estoy aquí contando mi caso.

Hablando de formar equipos, ¿Cómo conoces a Patricia Suárez y su asociación ASUFIN?

Conocí ASUFIN cuando saltó todo el problema, a través de internet cuando no sabía a donde acudir. En ese momento también conocí a Joaquin de la Riva, que nos hizo todo muy fácil.

¿Qué querrías transmitir como idea final al resto de damnificados?

Tenemos que unirnos y ayudarnos unos a otros. Yo digo que hay que confiar en la justicia. Se pasan malos momentos pero seguro que, como igual que nosotros lo hemos logrado, ellos también se verán recompensados.

¿Estás contenta con el resultado del juicio así con cómo ha acabado tu caso?

Estoy contenta con el resultado, la justicia nos ha dado la razón y hemos podido demostrar que de todo aquello que nos prometieron no hubo nada.

Tras muchos años de lucha, Rosa y su pareja han podido recuperar lo que es suyo. Aunque el proceso haya podido ser complejo y arduo, el resultado ha hecho que merezca la pena. Se puede, y se debe, reclamar y luchar por lo que es justo y merecen los afectados por los productos bancarios. Rosa decidió dejar de ser una mera espectadora y ser ella quien escribiese su guión. ¿El género de su película? Pasó de ser de miedo a ser bélico. Como tan solo dos personas, cuyas armas han sido estar bien informados y asesorados, han podido ganar la batalla legal contra Bankinter.

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