En los últimos años los RAEE han crecido notablemente dentro de la UE pero de igual manera lo ha hecho su reciclaje
La vida tal y como la conocemos está marcada por la tecnología. Tanto los aparatos eléctricos como electrónicos se han vuelto imprescindibles en nuestro día a día. Sin embargo, estos dispositivos acaban convirtiéndose en deshechos que obstaculizan los esfuerzos de la Unión Europea por reducir el impacto ecológico en el planeta.
Es muy difícil reducir el uso de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) ya que abarcan una gran cantidad de productos. Como podrían ser los grandes electrodomésticos (las lavadoras), los equipos informáticos y de telecomunicaciones (ordenadores portátiles, impresoras) y los pequeños electrodomésticos (cafeteras).
Como reducir el uso de estos aparatos es casi imposible en la UE hemos optado por reciclarlos al máximo. Tras los últimos estudios se ha llegado a la conclusión de que se reciclan hasta un 40% de los RAEE de media, aunque esta cifra varía en función del país. En España se llegan ha reciclar al rededor del 41% de estos dispositivos.
Desde la UE se quiere aumentar el porcentaje, por ello ha dispuesto un plan llamado Circular Economy Action Plan que establece como una de sus prioridades clave la reducción de este tipo de residuos. La propuesta expone específicamente objetivos inmediatos que propone la reparación y la mejora de la reutilizabilidad en genera entre otras.
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