En verano solemos prestar menos atención al cuidado del medioambiente, pero hay que seguir actuando
Ahora que estamos en verano y empieza el calor, no nos podemos resistir a poner el aire acondicionado, pero existen otras opciones para mantenernos frescos que son más sostenibles con el medioambiente y para nuestro bolsillo.
Qué otras opciones tenemos
El uso del aire acondicionado, dependiendo del hogar, suele costar entre 100€ y 200€ por su uso en dos meses de verano. Además de conllevar un gasto energético y, por consiguiente, un gasto económico, las emisiones de dióxido de carbono, hidrofluorocarbonos y carbono negro que alimentan a estos electrodomésticos, perjudican notablemente el medioambiente contribuyendo al cambio climático.
Algunas de las alternativas para seguir manteniéndonos frescos en verano son:
– Bajar las persianas: al no pasar tanta luz, evitaremos que la habitación se caliente en sobremedida.
– Cerrar las puertas de las habitaciones que no se suelen frecuentar: así fluirá el aire por aquellos espacios que sí utilizamos.
– Hidratarnos debidamente: beber agua y evitar las bebidas alcohólicas, facilitará que tengamos una temperatura corporal correcta.
– Ventilar la casa por la mañana y por la noche, en los momentos que haga menos calor para que corra aire fresco.
– Cambiar las sábanas por unas más finas: evitar las sábanas de pelo y lana y sustituirlas por unas de algodón.
En resumen, si reducimos el uso excesivo del aire acondicionado e implementamos estas acciones, estaremos haciendo menos daño al medioambiente y a nosotros mismos, ahorrando dinero.
Actúa de forma responsable
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