La Cámara adopta una resolución severa que denuncia los laxos procedimientos éticos de la institución, que ha permitido la renuncia de su director ejecutivo, Adam Farkas, para que lidere uno de los lobbies financieros más poderosos de la UE, la Asociación de Mercados Financieros en Europa (AFME)
Jueves, 16 de enero de 2020. La reciente decisión de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) de permitir que su director ejecutivo Adam Farkas abandone su puesto para desembarcar acto seguido en uno de los grupos de presión financieros más poderosos de Europa, la Asociación de Mercados Financieros en Europea (AFME) ha provocado la reacción de los eurodiputados. Hoy, la Comisión de Asuntos Económicos y Financieros (ECON) del Parlamento Europeo ha logrado que se adopta en el seno de la Cámara una contundente resolución de rechazo al respecto.
En ésta, adoptada por unanimidad en el ECON, los eurodiputados piden a la EBA que revise su decisión y alienta a todos los eurodiputados a evitar reunirse con Farkas en los próximos dos años. Además, sugiere que los órganos de administración del Parlamento Europeo han de estudiar si permitir que el ex director de la EBA exhiba una insignia de acceso a las instalaciones del Parlamento.
El caso también ha provocado reacciones fuera del Parlamento. La coalición Change Finance, constituida desde la sociedad civil en pro de reformas en el sector financiero y a la que pertenece ASUFIN, ha instado a los eurodiputados a actuar desde el primer momento. Recientemente, el Defensor del Pueblo Europeo ha aceptado una denuncia de la coalición, apoyada por eurodiputados de cuatro grupos de partidos del Parlamento: Izquierda Unitaria Europea-Izquierda Verde Nórdica (GUE-NGL), Los Verdes-Alianza Libre Europea (GRE/EFA), Socialistas y Demócratas (S&D) y Renovar Europa. En la misma, se le pide al Defensor del Pueblo que haga una advertencia a la EBA, incluso recomendando una revocación de la decisión.
En el mes de octubre, cuando se dio a conocer este asunto de puertas giratorias, ASUFIN firmó junto con 58 organizaciones europeas, lideradas por Change Finance, un manifiesto en contra. La misiva se encargaba de recordar que “después del colapso de 2008, es una prioridad política fortalecer a los reguladores y supervisores financieros europeos”. Como mostró la crisis económica, “la independencia de estos organismos es fundamental para cumplir sus mandatos y esta independencia está ahora en juego en la Unión Europea”.
La organización también denunciaba que “las puertas giratorias alimentan al sector financiero con información privilegiada sobre la estrategia y planificación europea y es una manera informal de recompensar a los supervisores por favores pasados, lo que pone en riesgo el interés público sí como la estabilidad del sistema financiero”.