Estas prácticas fraudulentas afectan tanto a negocios como a consumidores estafados
Nuestro país tiene en el turismo y el sector servicios una de sus grandes fortalezas. Pero qué pasa cuando la reputación de un determinado sitio se ve empañada por falsas reseñas. O, al revés, cuando un determinado local acumula reseñas positivas que en realidad son igualmente falsas.
El ministerio de Asuntos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha anunciado que prohibirá las reseñas falsas. Ha aprovechado la tramitación en el Congreso de la Ley de Servicios a la Clientela para presentar una serie de enmiendas, una de las cuales tiene como objetivo incorporar un cambio en el artículo 20 de la Ley General de Defensa de los Consumidores.
La prohibición de las reseñas falsas ya estaba contemplada en esta ley, pero ahora, con el cambio que propone el ministerio, se añade que “el empresario a cuyo bien o servicio se refiera la reseña estará facultado para solicitar la eliminación de ésta, para lo que deberá acreditar, de forma fehaciente, que la reseña no ha sido publicada por un consumidor o usuario que haya comprado o utilizado el bien o servicio”.
¿Cómo puedes detectar reseñas falsas? Este tipo de respuestas, dadas por usuarios de forma fraudulentas suele reunir estas características:
- Un tono excesivamente dramático sin pruebas ni fotos ni descripción concreta de la comida o el problema.
- Con generalizaciones absolutas (“todo estaba mal”, “deberían cerrarlo”) sin matices.
- Mencionan consecuencias graves sin evidencia (“me enfermé esa misma noche”).
- Y tiene poca o nula información verificable, como fecha, nombre de platos concretos o lo que realmente se pidió.
Igualmente fraudulentes son las reseñas de “autobombo” falso, que se llevan a cabo para favorecer a determinados comercios o negocios:
- Demasiado genéricas, sin detalles reales del menú, por ejemplo
- También tienen afirmaciones difíciles de comprobar pero en sentido positivo: “he viajado por el mundo”, “mejor que en París o Roma”.
- Incluye clichés comunes (“cada plato era mejor que el anterior”).
- Y en general, el tono es más promocional que auténtico.