El acceso a Internet de forma gratuita es algo que muchos hoteles, aeropuertos, hospitales y centros comerciales ofrecen, y aunque, esto supone ventaja para algunos usuarios no podemos olvidar los riesgos de este tipo de Wi-Fi públicas.
¿Qué es una Wi-Fi pública?
Existen dos tipos de Wi-Fi públicas, las abiertas y cerradas.
Las abiertas son puntos Wi-Fi donde te puedes conectar de forma inmediata y no requiere una clave o registro. Mientras que, las cerradas también son puntos de conexión pública, pero ha sido necesario introducir una clave o realizar un registro para acceder, de esta forma se limita, controla y protege a las personas conectadas.
Estos puntos de conexión son más peligrosos que la red que usamos en nuestra casa, ya que, son más vulnerables y están más expuestos a ciertos riesgos como virus; hackers; robos de datos, cuentas o incluso dinero.
Una vez que te conectas a la red pública abierta o cerrada tus datos dejan de estar protegidos y te arriesgas a ser víctima de un hacker. Normalmente, este aprovecha la vulnerabilidad de la red Wi-Fi para introducir un virus en su código, que al conectarte infecte tu dispositivo y le permita acceder a él para robar tus datos, contraseñas e incluso pueda acceder a tu banca online y robarte tu dinero.
Sin embargo, puedes tomar una serie de precauciones para intentar estar más protegido en la red.
- Red segura: Antes de conectarte asegúrate de que la web o red es segura. Para esto, su dirección debe de comenzar por https: y aparecer el icono de un candado cerrado a su izquierda, de esta forma, te aseguras que la red es fiable y que la información se transmite de forma cifrada, por lo que, será más difícil robarla.
- Antivirus: Siempre instala un antivirus y mantenlo activado, así si se trata de una red que esconde un virus este podrá detectarlo y frenar el ataque antes de que se produzca.
- No accedas a aplicaciones personales: Si te conectas a una red Wi-Fi pública evitar acceder a tu banca online o redes sociales porque si no inicias sesión será más difícil para los delincuentes acceder a tus datos. Además, evita rellenar formularios con tus datos personales como DNI, correo electrónico o número de teléfonos.
- Navega en incógnito: Te recomendamos abrir una ventana de incógnito en el navegador, lo que permitirá que no se almacenen las páginas vistas, las cookies ni la información compartida.