Desde ASUFIN te contamos cómo una buena elección energética puede significar un gran ahorro.
La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía ha lanzado una serie de recomendaciones clave para quienes estén valorando comprar un aire acondicionado, destacando el papel fundamental del etiquetado energético. Elegir un equipo eficiente no solo reduce el impacto ambiental, sino que también supone un notable ahorro económico a medio y largo plazo. El etiquetado incluye la clase de eficiencia energética, clasificada desde la A (verde y más eficiente) hasta la G (roja y menos eficiente), siendo el primer dato al que debe prestarse atención.
Otro elemento crucial es el coeficiente SEER (Seasonal Energy Efficiency Ratio), que mide el rendimiento estacional del aparato. Este indicador aparece junto a un ventilador azul en la etiqueta y, cuanto más alto sea su valor, mayor será la eficiencia del equipo. Además, la etiqueta proporciona datos como el consumo anual, el nivel de ruido, el fabricante y características adicionales mediante pictogramas que facilitan la comprensión.
Pero la eficiencia no depende solo del aparato. Ajustar la temperatura adecuadamente, evitar el uso innecesario y colocar el equipo en un lugar estratégico lejos del sol o fuentes de calor contribuye significativamente al ahorro energético. Cerrar puertas y ventanas mientras el equipo está en funcionamiento también evita pérdidas innecesarias. Así, una compra bien informada y un uso consciente permiten disfrutar del confort veraniego sin sobresaltos en la factura.